La vitamina C también conocida como el ácido ascórbico puede ser encontrada principalmente en frutas cítricas como la naranja, la mandarina y la toronja, también en otras frutas y verduras como pimientos rojos y verdes, tomates, brócoli, fresas, melón y kiwi.

El cuerpo necesita vitamina C para producir colágeno, una proteína necesaria para la cicatrización de las heridas y mantener la piel hidratada y lisa. La vitamina C también mejora la absorción del hierro presente en los alimentos de origen vegetal y contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario para proteger al cuerpo contra las enfermedades.

La deficiencia de vitamina C provoca escorbuto. Además de fatiga generalizada, los síntomas de escorbuto reflejan, de manera primordial, alteración de la formación de tejido conjuntivo maduro e incluyen hemorragias cutáneas, encías inflamadas y sangrantes y manifestaciones de hemorragia en las articulaciones, la cavidad peritoneal, el pericardio y las glándulas suprarrenales. En los niños, la deficiencia de vitamina C puede ocasionar alteración del crecimiento óseo. 

La mayoría de los suplementos multivitamínicos contienen vitamina C. Además, esta vitamina se consigue sola, como suplemento dietético, o combinada con otros nutrientes. En general, la vitamina C presente en los suplementos dietéticos se encuentra en forma de ácido ascórbico, pero algunos suplementos contienen otras formas, como ascorbato de sodio, ascorbato de calcio, otros ascorbatos minerales y ácido ascórbico con bioflavonoides. Los estudios científicos no han demostrado que ninguna forma de vitamina C sea más eficaz que otras.

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Russell R.M., & Suter P.M. (2019). Deficiencia y exceso de vitaminas y
oligoelementos. Kasper D, & Fauci A, & Hauser S, & Longo D, & Jameson J, & Loscalzo J(Eds.), Harrison. Principios de Medicina Interna, 19e. McGraw Hill. https:// accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?bookid=1717&sectionid=114913958